viernes, 29 de abril de 2011

Una cuarta parte de los diabéticos es además celíaco

Un tercio de los niños con diabetes tipo 1 tiene signos de otros trastornos inmunológicos, entre los que destaca la celiaquía, cuando se les diagnostica la diabetes, según concluye un nuevo estudio que pone de relieve la importancia de controlar otros síntomas en estos chicos. La diabetes tipo 1 es una enfermedad por la cual el sistema inmunológico destruye las células del páncreas productoras de la insulina, la hormona reguladora del azúcar en sangre. El estudio concluye que los diabéticos tipo 1 tienen también tasas más altas que la población general de otros trastornos inmunológicos, como la celiaquía, la enfermedad de tiroides y la enfermedad de Addison, que afecta las glándulas adrenales.

En este nuevo estudio, los autores buscaron la frecuencia de los signos de esos tres trastornos en niños al momento de diagnosticarles diabetes 1. Para eso, les midieron los niveles en sangre de ciertos "autoanticuerpos" que son marcadores de esas enfermedades.

Los resultados ofrecieron que uno de cada ocho niños tratados tenía anticuerpos asociados con la enfermedad celíaca, mientras un cuarto de ellos padecía la enfermedad.

Por su parte, un cuarto de los 491 niños estudiados tenía autoanticuerpos asociados con problemas de tiroides y uno de cada ocho presentaba la enfermedad; mientras el 1 % del grupo tenía anticuerpos contra la enfermedad de Addison y uno portaba la enfermedad.

El hecho de que un tercio tuviera signos de otras enfermedades autoinmunes significa que padres y médicos deberían prestar atención a esos tres trastornos en los niños diabéticos, opina la doctora Jennifer M. Barker, de la University of Colorado en Denver, que dirigió el estudio.

Pero existen dudas sobre el uso de los análisis de autoanticuerpos para identificar las enfermedades, advirtió Barker. Por ahora, dijo, la Asociación Estadounidense de Diabetes recomienda diagnosticar la enfermedad de tiroides y la celiaquía al momento de diagnosticar diabetes tipo 1 en niños. A partir de ahí, la pesquisa de tiroides debe ser anual y la de la enfermedad celíaca, sólo debe realizarse si hay síntomas.

La detección de la enfermedad celíaca se realiza con un test de anticuerpos y se puede realizar un análisis de sangre para medir los niveles de la hormona estimulante de la tiroides. Pero Barker aclaró: "La presencia de autoanticuerpos no significa necesariamente que un niño desarrollará la condición".

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